La ola de calor sahariano,
anunciada por los servicios de meteorología, cede por fin coincidiendo con el
cierre de este mes, pórtico de un estío que penetra sin sutilezas en nuestras
vidas como silvestre paquidermo en una cacharrería.
En la retina nos deja secuencias de imágenes policromas de tardes
encendidas de aire espeso, de espacios
abiertos, inhóspitos, de silencios solo mancillados por el gorjeo de los pájaros
entre el follaje de las arboledas, de la vida recluida, confinada, bajo
cornisas y techos.
Son días, empero, como otros cualesquiera,
con sus afanes, anhelos, propuestas y quehaceres.
Son días de anuncios, de oportunidades de
empleo para quienes se incorporan por primera vez al mercado laboral o han
perdido su trabajo y se encuentran desempleados; de proyectos de modernización
encaminados a hacer un presente sostenible y llevadero; de propuestas musicales
(la música es al espíritu- filosofó un clásico- lo que la gimnasia al cuerpo)
que cuajarán entrado el verano; de entregas de reconocimientos importantes a firmas empresariales, como Aceites San Antonio,
del Cortijo La Torre , perseverantes en la búsqueda
de la excelencia para sus productos; de iniciativas solidarias que devuelven la
esperanza a quienes la enfermedad se la han arrebatado; de búsqueda de
soluciones para un sector local asfixiado por la crisis de precios; de
compromiso colectivo, en fin, en la unión de voluntades para rehabilitar cuanto
antes ese patrimonio lastimado, testigo presencial de buena parte de la
intrahistoria de Arjona a lo largo de centenares de años.
Junio se va con la llegada de las
vacaciones, tiempos de ocio y relajo; si quieres conocer otros acontecimientos
acaecidos en los ámbitos de su calendario, pinchaen el enlace.
Imagen de la entrada: Zona superior de la portada de San Juan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario