Estos dos retratos de majos ataviados con la típica indumentaria goyesca, hallados en el catálogo de una conocida casa de arte francesa, vienen a poner de manifiesto, que el ilustre pintor arjonero también exploró este tipo de pintura, que inmortalizara Francisco de Goya en sus estampas costumbristas a orillas del Manzanares, protagonizadas por tipos populares, los 'majos y majas', vestidos a la usanza de una época que transcurre durante casi una centuria, desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta mediados del siguiente; una moda en el vestir adoptada por las clases populares que fusionaban las prendas tradicionales de las regiones españolas con tendencias extranjeras importadas por la nobleza y las casas reales y que, lógicamente, hizo suyas también las clases más acomodadas, siguiendo las consignas de sobriedad y populismo exportadas a toda Europa por la Revolución Francesa.
Cuando el maestro arjonero plasma estos cuadros, la moda goyesca era ya un recuerdo del pasado, circunstancia por la que nos atrevemos a aventurar que bien pudieron ser pinturas de encargo por nostálgicos de ese modo de vestir para las fiestas y ocasiones especiales, entonces ya periclitado.
Como podemos apreciar, los 'majos' de Ramírez Ibáñez visten de chaquetilla corta abotonada, camisa blanca adornada con bordados y pañuelo al cuello; pantalón ajustado que alcanzaba hasta media pierna que permitía mostrar las medias blancas y calzas. Como complemento, se hacían acompañar, sobre el hombro, con la capa española o una manta zamorana. En la cabeza, o bien se recogían el cabello con una redecilla bordada negra con peineta sobre la frente o se acicalaban con uno de los diferentes modelos de tricornio.
Majo tocado con peineta
Majo ataviado con un modelo de tricornio de la época
Los dos retratos goyescos pertenecen a la casa de arte NiceArtGallery.com