Entró agosto en nuestras
vidas bajo un soletón tan inclemente como inmisericorde, que recluye bajo techo,
a las primeras de cambio, a todo hijo de vecino en busca de alivio a la espesa
calima, al adensado aire irrespirable, al sofocante bochorno, mientras la apretada
agenda del calendario consigna para la mañana del día 11 el momento en que el
acompasado ritmo del bronce, el tañido nada ostentoso de la ‘campanica del
turrón’ convoque a pequeños y grandes a la cita anual de Fiestasantos,
referente inmemorial del ciclo festivo-religioso arjonero, que renueva cada
agosto la fe y devoción hacia sus mártires patronos, vivifica semblantes y
ánimos y dulcifica el gesto de tenderos y mesoneros.
Un aluvión de actos para todos los gustos y
edades se suceden sin solución de continuidad a lo largo y ancho del mes: toda
suerte de actos deportivos, musicales, lúdico-culturales, litúrgicos y
religiosos echan a andar desde el primerizo día 2 hasta concluir el 26.
En complementario maridaje coexisten los
actos tradicionales, novenario, repique de la campana de la espadaña del
santuario, rito al que desde hace solo unos años se le ha adicionado unas
jornadas de cuentacuentos (grupo Alba-Urgavo) y animación infantil con juegos
tradicionales a cargo del grupo parroquial de Santa María del Alcázar, las
acostumbradas y no por ello esperadas funciones de teatro de ALBA-URGAVO, que
en fecha tan redonda, su XXX aniversario, puso en escena una comedia de humor
negro, ‘Los palomos’, de Alfonso Paso, que arrancó una vez más sonrisas y
carcajadas en el abarrotado patio de butacas, los ‘traslados’, exposiciones,
pregón de fiestas, -Benito Presa, persona de estrecha vinculación a la Hermandad fue el
encargado de pregonar las fiestas con un discurso apegado al sentimiento,
evocador de recuerdos y emociones personales,-
la velada flamenca, -aquilatado evento a dos pasos de cumplir su XL
edición que cuenta una vez más con cantaores de primera fila-, fiesta de la Luminaria , verbena,
quema de Daciano, Solemne Procesión y su epílogo, el toro de fuego, día del
arjonero ausente –Francisco Fernández Pérez e hijos de Alfonso Barragán Luque,
fueron los distinguidos con la aceituna de plata en esta ocasión-, las galas de
baile y algunos otros que han podido quedarse en el tintero, conviven,
repetimos, con aquellos más innovadores y novedosos, que inician su prometedora
travesía con un horizonte aún por despejar:
la Hermandad
de Jesús Resucitado protagoniza la iniciativa de ofrecer un popular desayuno a la Hermandad y pueblo en
general, la participación de la Coral Regina
Coeli en la Solemne Fiesta
Religiosa, que magníficó con su
reaparición, tras paréntesis obligado, el espléndido prefacio a la Procesión de las
Sagradas Imágenes y sus Reliquias, y, por último, un concurso culinario que
pretende rescatar del olvido la antigua gastronomía cortijera, celebrado en el
marco de la Plaza
de los coches.
No pudo celebrarse en cambio el tradicional
acto de lectura de los trabajos juveniles premiados en el Certamen Literario
Álvarez Tendero; las escasas disponibilidades económicas impidieron su convocatoria
y excepcionalmente hubo de ser sustituido por otro, la presentación del libro
que compila las obras juveniles galardonadas entre 1999 y 2011 que tuvo su
continuidad con la posterior mesa redonda moderada por Manuel A. Cardeña,
Cronista Oficial de la localidad y uno de los promotores de esta iniciativa
cultural, tan consolidada como reconocida y prestigiada en no pocos ambientes literarios.
Y en las vísperas de los días centrales de
Fiestasantos, la Plataforma
para la Reconstrucción
del templo de San Juan dio a conocer su proyecto de rehabilitación que, entre
otras consideraciones, desveló las líneas directrices de esta estimable intervención
que, en cualquier caso, parece respetará la fisonomía primordial del edificio
religioso. Su ejecución queda, no obstante, supeditada a un nuevo reto, a un
formidable desafío que ha de afrontar el pueblo de Arjona a partir de ahora
para salvaguardar uno de sus edificios más emblemáticos: la importante
inyección económica, unos 450.000 euros, necesaria para hacer realidad el sueño
de San Juan.
Y agosto, el duro ferragosto, expira
desfallecido tras sucesivas oleadas de calor, terroríficos incendios forestales
por doquier, vaivenes de una prima de riesgo fuera de control, mediocridades
que campan a sus anchas, trocando, todo ello, los espacios fecundos de la vida en
territorios yermos, estériles al juicioso sentido común.
En el ocaso de su penúltimo atardecer, un
manchurrón amarillento, de imprecisos perfiles, incendiaba el horizonte.
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Imagen de portada tomada del vídeo ‘Traslado de las
Reliquias’
de arjona.es