Tiene lugar la batalla del Salado
(Tarifa) en la que participan gentes de armas de Arjona que, junto a
las mesnadas castellanas derrotan a las fuerzas del rey moro Abu-I-Hasan.
Fue ésta una de las
batallas más decisivas del último periodo de la reconquista, que puso fin
a las veleidades expansionistas de los musulmanes del norte de África.
Las tropas combinadas de
Castilla y Portugal, capitaneadas por los reyes Alfonso XI y Alfonso IV,
respectivamente, infringieron, pese a contar con muchos menos
efectivos, -22.000 frente a más de 60.000-, una severa derrota a los ejércitos
sarracenos de los benimerines del Magreb y sus aliados nazaríes de
Granada, que partieron hacia mediados de septiembre hacia la ciudadela de
Tarifa con la finalidad de sitiarla.
Entre los concejos y pendones del reino de Jaén, acaudillados por don Enrique Enríquez, no faltó el de Arjona 'cuya caballería en aquellos tiempos era mucha y muy señalada'.
Entre los concejos y pendones del reino de Jaén, acaudillados por don Enrique Enríquez, no faltó el de Arjona 'cuya caballería en aquellos tiempos era mucha y muy señalada'.
El historiador Ximena
Jurado sostiene que el rey don Alfonso dio la vanguardia de la batalla,
junto a los Concejos de la frontera, a los de Jaén 'como gente más
ejercitada y práctica en el arte militar'.
La participación de los
caballeros y pendones del reino de Jaén, en el fragor de la disputa es mencionada en estos precisos términos, expresados en
castellano actual: '..., Don Enrique Enríquez con los
caballeros y pendones de este Reino de Jáen, entre los cuales iba el de
Arjona, salió de Tarifa con los otros caudillos, que en ella
estaban, y acometieron con gran furia a tres mil caballeros moros y
ocho mil peones, en que habían muchos ballesteros que guardaban
el real. Y vencieron luego a los moros, que ya no procurando de
otra cosa, que de salvar las vidas, huían a toda prisa hacia el mar hasta
donde los fueron siguiendo los nuestros'.
En su desbandada, apresurada y caótica,
muchos acabarían ahogados en la playa. El resto de las tropas castellano-lusas
que lograron sobrevivir, culminaron su victoria con el saqueo de los
abandonados campamentos benimerines, donde encontraron inmensos tesoros.
Fuentes:
-Archivo del Blog.
-ABC. Río Salado, 1340: Cuando Castilla
frenó el avance musulmán en tierras de Tarifa.
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