En el centro de
La cruz de Montefrío sobre su pedestal original y graderío
Es la cruz más lograda artísticamente de
las cinco que aún se conservan en
De considerable tamaño, se trata de una
cruz latina de hierro rematada en sus cuatro extremos por una flor de lis, símbolo del ideal de perfección. Sus dos brazos aparecen tallados con labor de
orfebre con motivos martiriales e inscripciones alusivas a los glorificados
mártires acogidos en patronazgo desde entonces por la localidad.
Detalle del brazo horizontal
Detalle del brazo vertical
La cruz queda anclada firmemente al
cimacio del pedestal gracias a sendas abrazaderas metálicas. A pesar de las
evidencias de su deterioro por el lógico devenir de los tiempos, el pedestal,
casi cuatro centurias después, conserva el dibujo de sus remates moldurados y
acanaladuras, y se sustenta sobre dos gradas de piedra, colocadas en la última remodelación
urbanística emprendida en el entorno de este emblemático lugar a finales de los
noventa y que venían a sustituir el armazón levantado en piedra y revestido en
cal que se puede apreciar en la fotografía.
Pedestal sobre el que descansa la cruz de hierro
Placa que recuerda la última remodelación emprendida en la Plaza de Sta. María
La cruz sobre el nuevo pedestal
La cruz sobre el nuevo pedestal
La cruz y su entorno antes de la remodelación de 1998
(1)
En el libro Anales de la ciudad de Arjona, de D. Santiago Morales, aparece el
año de 1634. Es muy probable que esa
fecha sea una errata de imprenta. Como se puede apreciar en el brazo vertical
de la cruz, aparece el año de 1638 en que, bien pudo llegar desde tierras
granadinas, bajo palio, la cruz a Arjona.
La última foto está tomada del libro Arjona, Cuna del Rey Alhamar. Manuel Antonio Cardeña Perales. 1996.
Las demás imágenes pertenecen al archivo
del Blog.
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