domingo, 20 de mayo de 2012

Apuntes sobre la enseñanza en Arjona


      Las primeras prácticas educativas tienen lugar en los albores de la Edad Antigua en las culturas egipcia, hebrea, india y china. Egipto es reconocido como cuna común de la cultura y de la instrucción basadas en un programa de estudios que abarcaba la lectura, escritura, cálculo, urbanidad, religión, natación y gimnasia.
    Durante el I milenio a. C. se desarrollan las diferentes paideias griegas, asimiladas por la civilización romana gracias, sobre todo, a Cicerón, principal impulsor de la llamada ‘humanitas romana’.
    La cultura y la educación sufrió un severo retroceso en la Alta Edad Media europea (siglos VIII-XI), situación que se vio agravada en la Península Ibérica con la invasión musulmana. La educación en la España árabe fue en esencia formación religiosa basada en el Corán, impartida en las mezquitas; mientras en los reinos cristianos tuvo su lugar preeminente en los escriptorios y bibliotecas de los monasterios donde concurrían jóvenes de toda edad y condición que recibían de los monjes sus enseñanzas, dando continuidad de ese modo a la tradición hispana.
  La primera alusión histórica que hemos hallado sobre la enseñanza en Arjona se remonta al año de 1592, en que se hace referencia al nombramiento de un maestro de primeras letras, seguramente por el Concejo municipal de la villa, para instruir a los niños a ‘leer, escribir y cuentas’, por cuya labor percibía una retribución de seis ducados al año.
    Las escuelas de primeras letras aparecen por primera vez en el siglo XVI, eran sufragadas por los municipios y, por tanto, tenían la potestad de contratar a los enseñantes. Se estima que en aquella época los municipios cubrían un treinta por ciento de las necesidades educacionales de ciudades, villas y lugares y allí donde no llegaba la acción municipal, la labor educativa la ejercía la iglesia, que pagaba de las tercias diezmales a un clérigo, sacristán o maestro para atender las demandas que quedaban al descubierto. 
    Ya de época tan inmemorial existe constancia que el maestro no sólo se dedicaba a la instrucción de sus discípulos sino que sus saberes incluían otras aficiones, pues a la altura de 1601 el preceptor Manuel Acosta, en las fiestas del Corpus “sacó una danza y farsa” y en 1606 pide “se le pague alguna cosa en razón de haber fecho una comedia en loor de Santísimo Sacramento”.
    Podemos conjeturar, después de lo antedicho, que la figura actual del docente que organiza actividades culturales o extraescolares para la comunidad educativa de su ámbito, no es un hecho relativamente reciente como comúnmente se pueda creer, sino que hunde sus raíces, como se puede colegir de este caso, en tiempos tan remotos.
    Dando un salto en el tiempo y gracias a los datos aportados por  el Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, podemos concluir que a mediados del siglo XVIII en Arjona había  dos maestros de “primeras letras” y un preceptor de Gramática.
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   BIBLIOGRAFÍA:
    ANALES DE LA CIUDAD DE ARJONA. Autor: Santiago de Morales Talero. Dep. legal. M. 4721-1965. Madrid.
    ARJONA: ASPECTOS HISTÓRICOS Y TRADICIONALES. Autor: Antonio Rivas Morales. GR. 621/2007. Granada.
    DICCIONARIO GEOGRÁFICO-ESTADÍSTICO-HISTÓRICO DE ESPAÑA Y SUS POSESIONES DE ULTRAMAR. Autor: Pascual Madoz. Madrid, 1846.
    HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA (I). Las escuelas de primeras letras.

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