¿Desde cuándo se celebra la quema de Daciano?

    Todos los años, tal día como hoy, los niños de la localidad suben hasta la Plaza de Santa María portando farolillos confeccionados con melones y sandías, tradición que viene a rememorar las luminarias aparecidas al pie de las murallas allá por 1628.

    Inmediatamente después tiene lugar la verbena y la ‘quema de Daciano’, un acto de desagravio a los mártires arjoneros que pretende ahuyentar con el fuego purificador, la maldad personificada.

    Como sabemos, Publio Daciano, prefecto de las Españas y gobernador de la Bética en tiempos del emperador Diocleciano, ordenó el martirio de numerosos cristianos y entre ellos los Patronos de Arjona, los Santos Bonoso y Maximiano. Corría el año 308 de nuestra era.

    Pero, ¿conocemos exactamente desde cuándo arranca este ritual? Parece que la verbena se incorporó a los tradicionales actos de Fiestasantos justamente en 1923; la quema de Daciano, si hacemos caso a la mención de Santiago de Morales en su libro ANALES DE LA CIUDAD DE ARJONA, Madrid, 1965, bien pudiera ser en algún momento de comienzos de los años sesenta.    La referencia, en todo caso, dice lo siguiente: “…desde el 1923, se viene celebrando una verbena, en la que modernamente se ha incorporado un festejo que se ha hecho popular, cual es la ‘quema de Daciano’, un muñeco o pelele vestido de romano, relleno de cohetes y pendiente de una horca ignominiosa, que se prende fuego, en medio del regocijo de la chiquillería.”

    En los últimos años, este traslaticio y metafórico sacrificio del muñeco que representa a Daciano, se ha asociado a una personalidad que se ha distinguido singularmente por su ‘malaje’ o gafedad. Así, una edición recayó en Daciano-Fischler, otra en Daciano-Bin Laden,…

   Este año bien podría ‘caerle la china’ si no hay otro más a propósito, al comisario de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos, -facilita él mismo hasta el nombre- por su oposición numantina a activar el mecanismo de almacenamiento privado del aceite, que tanto quebranto económico ha producido a los olivicultores arjoneros, en particular, y al sector productivo del aceite, en general.

    

    Foto: La imagen pertenece a un momento del acto de la quema del año pasado. Tomada de un video de youtube subido por el blog santosarjona