El 6 de mayo de 1629 la Cofradía de Porcuna trajo
bajo palio una cruz dorada. La procesión, por la información de que se dispone,
debió ser una impresionante manifestación que sorprendería por su magnificencia
y espectacularidad a la población. Tras la cruz, portada por miembros del
cabildo, “seguía el clero con vestiduras
de lujo, cuatrocientos cofrades vestidos de negro, con hachones de cera en las
manos y trescientos arcabuceros, que entraron disparando las armas”.
En la actualidad, la cruz de Porcuna,
recientemente restaurada, descansa sobre graderío de piedra y pedestal desde
donde arranca un pilar cilíndrico rematado en ábaco y cimacio que sirve de
anclaje a la Cruz
de Calatrava nimbada con haz circular de rayos solares.
Los
visitantes pueden contemplarla en el Cementerio de los Santos.
Detalle de la cruz de Calatrava
Otra vista de la cruz de Porcuna
La cruz desde una de las escalinatas de acceso a Santa María
Anales del la Ciudad de Arjona. Santiago de
Morales Talero. Madrid, 1965.
Todas las imágenes pertenecen al archivo del blog.
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