Las expectativas de una
cosecha muy corta, consecuencia directa de la disminución del potencial
productivo del olivo tras dos cosechas excepcionalmente elevadas y la
persistencia de la sequía de los últimos meses, está provocando una fuerte
subida de los precios del aceite en origen, hasta el punto de alcanzar en estos
días el umbral de la rentabilidad del sector, establecido entre 2,20 y 2,40
euros por kilo.
Lo que no ha conseguido el mecanismo
regulador de precios con la doble
activación del almacenamiento privado, que retiró del mercado 200.000 toneladas
de aceite meses atrás, lo está consiguiendo las previsiones de una producción
para este año, a nivel nacional, en torno a las 700 u 800.000 toneladas, un 50%
del rendimiento medio de las tres últimas cosechas.
En el caso de Jaén, con unas estimaciones
en torno a las 200.000 toneladas, un 30% de su capacidad productiva, la
situación es más delicada si cabe, con posibilidades de empeorar si la lluvia
no hace acto de presencia significativamente en lo que resta de año.
Consecuencia directa de todo esto es la
fuerte evolución al alza que está experimentando desde comienzos de julio el
precio de las distintas calidades de aceite que han pasado de unos precios situados
entre 1,75 euros (aceite de oliva virgen extra y 1,60 euros (lampante) a 2, 43
y 2, 33 euros respectivamente que cotizan en el mercado en estos días.
La evolución de los precios para los próximos
meses dependerá del factor climatológico: cuánto más adverso, las previsiones
serán más pesimitas y tirarán de los precios hacia arriba con mayor intensidad.
Gráfico de evolución trimestral de los precios de las diferentes calidades del aceite (POOL RED)
Foto de
portada: Detalle de una rama de olivo de Arjona. Archivo del blog.
Gráfico de
evolución de precios tomado de POOL RED.
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