Las apariciones periódicas a lo largo de la
historia de brotes epidémicos de etiología contagiosa, consecuencia de unas
precarias condiciones higiénico-sanitarias en que se desenvolvían en el pasado las
vidas de las gentes, han sido siempre el azote de celebraciones y
acontecimientos que concentraban en torno a los mismos grandes aglomeraciones
de muchedumbres.
Siempre
que surgía una fundada sospecha de la aparición de una enfermedad de rápida
propagación en un lugar, los capitulares de los Cabildos se apresuraban a adoptar
como primeras medidas cautelares para erradicarla, la suspensión de cualquier
celebración multitudinaria, el impedimento del libre tránsito de los lugareños
así como la prohibición del acceso de los forasteros al interior de la
población, creando al mismo tiempo cordones sanitarios para aislar los focos
infectados, medidas todas que perturbaban en gran medida la actividad económica
y el normal desenvolvimiento de la vida de sus habitantes.
Arjona no
fue ajena a estas pandemias y, consiguientemente, sufrió periódicamente sus efectos como han dejado escrito las
crónicas antiguas o los documentos de los que se desprende las decisiones adoptadas
al respecto por las autoridades del momento.
Una de estas epidemias, muy probablemente de cólera
morbo, sufrió el pueblo de Arjona en 1860, (en los años 1859 y 1860 padecieron
los efectos del cólera diversas poblaciones andaluzas y españolas) y aunque no
hemos hallado constancia fehaciente del momento de su aparición, se sabe que el
brote epidémico que afectó a la villa arjonera no se dio por erradicado hasta
principios del mes de septiembre.
Como es
lógico deducir, aunque la enfermedad debía estar muy debilitada a la altura del
mes de agosto, la celebración de Fiestasantos
había ya quedado preventivamente suspendida. Sin embargo las autoridades
del Cabildo arjonero, presidido por aquel entonces por D. Rafael Morales, tomarían
entonces la curiosa e histórica decisión de trasladarla a septiembre haciéndola
coincidir con la Feria
Real.
El acuerdo del Cabildo sobre este particular era
adoptado en estos precisos términos el día 7 de septiembre:
“Disfrutándose en este pueblo la
más completa salud, su Ayuntamiento y Junta de Sanidad, al acordar dar gracias
al Todopoderoso con un solemne Tedeum, ha dispuesto hacer la fiesta de sus
Santos Patronos el día 14 del corriente mes de
septiembre, que es el primero de feria.
A pesar de la traslación, en nada
se hará alteración que amengüe la solemnidad acostumbrada, antes bien se están
preparando unos sorprendentes fuegos; va a traerse una escogida orquesta, con
lo que, el fervor aumentado por la protección tan visible con que nuestros
Patronos han favorecido a este pueblo, darán un realce no acostumbrado a esta
función religiosa.
Respecto a la Feria se han tomado todas las medidas necesarias
para que no falten aguas, pastos y toda clase de comodidades posibles a los
ganados.
Arjona, 7 de septiembre de 1860 –Rafael Morales- Juan Antonio Barrera,
secretario”.
BIBLIOGRAFÍA: LA FIESTA DE LOS SANTOS Y LA FERIA DE ARJONA.
Autor: F. S. Tomado del libro ARJONA: ANTOLOGÍA DE ARTÍCULOS DE LOS PROGRAMAS DE
FIESTASANTOS. TOMO II. Autor. Antonio Rivas Morales. Editorial Benamazor.
Granada 2012.
Imagen de portada: Contraportada programa Fiestasantos.
Imagen de portada: Contraportada programa Fiestasantos.
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