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jueves, 22 de febrero de 2018

Interesante documento sobre decoración de la puerta de acceso a la Cripta del Barón de Velasco



   Suele afirmarse cuando se hace referencia a las obras de la capilla-cripta del Barón de Velasco, en la iglesia de San Juan Bautista, que éstas dieron comienzo hacia 1920 siguiendo las pautas decorativas y de composición del llamado estilo neo-bizantino, una de las corrientes arquitectónicas  historicistas que a finales del siglo XIX y primeras décadas del XX tuvo especial auge  en la edilicia pública, institucional y religiosa de algunos países europeos.
    El suntuoso, original y bello mausoleo fue sufragado por don Fernando Ruano Prieto, barón de Velasco, (1) con el doble propósito de dar sepultura a sus padres, que habían fallecido años atrás y sirviera a la vez de panteón posterior para él y su esposa.
    En su ejecución se siguieron las directrices del proyecto del arquitecto Antonio Flores de Urdapilleta, utilizándose valiosos mármoles de Carrera para erigir la escalera de acceso y esculpir las tres monumentales estatuas que representan las virtudes teologales, -Fe, Esperanza y Caridad- y que ennoblecen sobremanera la estancia funeraria, obra del escultor valenciano José Capuz.
    La estructura de la cripta gira en torno a una sala central donde se abren las tres hornacinas que contienen los nichos.
    Sus paramentos se encuentran revestidos con mosaicos dorados que conservan relieves de ángeles en escorzo y en la bóveda se representa un Pantócrator custodiado por cuatro ángeles.
   El hallazgo en la Fototeca del Patrimonio Histórico, sin embargo, de un boceto diseñado para la decoración mural en mosaico de la sobrepuerta de acceso a la camara funeraria, elaborado en 1913 por el pintor gallego Francisco Llorens Díaz (2) viene a sugerir que la idea de erigir este panteón -e  incluso el inicio de las primeras obras- fuese anterior a dicha fecha y que, por alguna razón que se desconoce, se reiniciaran en 1920. Lo que parece claro es que el diseño elaborado por Llorens Díaz fue desestimado y no llegaría a ejecutarse, a tenor de la inexistencia de huella alguna de este ornato. Consistía éste en un espacio enmarcado en arco de medio punto, embellecido con vistosa cenefa que albergaba un grupo de ángeles, de los cuales dos sostienen un rótulo con la inscripción PORTA COELI, SEPULCRUM, (La puerta del cielo, el sepulcro).


Francisco Llorens Díaz, autor del boceto 
      (1) D. Fernando Ruano Prieto fue un abogado, político y exitoso empresario agro- ganadero con importantes propiedades agrícolas en Arjona. Disfrutó del mencionado título nobiliario, instituido por Carlos III el 9 de abril de 1782, durante 24 años, desde 1902 a 1926, cuando fue desposeído del mismo  tras ser reclamado por D. Joaquín de Gándara y Carrillo.
      (2) Francisco Llorens Díaz, (1874-1948) fue un importante retratista y paisajista español, discípulo de Carlos Haes. Como Manuel Ramírez Ibáñez, completó su formación académica en Roma becado por la Academia de España a comienzos del siglo pasado. En 1913 diseñaría el boceto que mostramos a comienzos de esta entrada. 

    Fuentes:
    -La imagen de portada pertenece a la Fototeca del Patrimonio Histórico.
    -La foto del autor del boceto se ha tomado de Wikipedia.

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