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lunes, 13 de febrero de 2017

La pintura mural de Manuel Ramírez Ibáñez en el templo madrileño de San Francisco el Grande


    El 8 de octubre de 1886 fallecía en Madrid a los 54 años el gran pintor de historia José Casado del Alisal dejando inconclusa la decoración de la Capilla de Santiago de la madrileña iglesia de Ntra. Sra. de los Ángeles, más conocida como San Francisco el Grande. (1)
     El artista palentino había finalizado el año anterior la pintura sobre el altar mayor que recogía el asunto histórico de la participación del Apóstol Santiago en la Batalla de Clavijo y dejaba abocetados los temas de la cúpula, (Alegoría de la conquista de Granada) y del lateral izquierdo (La consagración de la Orden de Santiago por el papa Alejandro III) cuando le sorprendió la muerte. (2)
    Es entonces cuando el ilustre pintor arjonero recibe el encargo de un responsable de la Obra Pía de los Santos Lugares del Ministerio de Asuntos Exteriores, organismo del que dependía dicha iglesia, para terminar la decoración del muro lateral de dicha capilla.


Capilla de Santiago del templo de San Francisco el Grande de Madrid. La pintura del trasaltar, 
'El Apóstol Santiago en la batalla de Clavijo', fue el único de los cuatro murales que ornamentan 
esta estancia que pudo terminar Casado del Alisal


Otra vista de la Capilla de Santiago que permite apreciar los cuatro murales que alberga

    Ramírez Ibáñez cumplió la tarea encomendada y, utilizando la técnica de óleo sobre yeso, llenó de color el dibujo de Casado del Alisal, que recreaba el episodio histórico de la Consagración de la Orden de los Caballeros de Santiago por el papa Alejandro III, orden religiosa-militar surgida en el siglo XII en el reino de León mediante bula pontificia otorgada por dicho papa en  julio de 1175 con la doble finalidad de dar protección a los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago y favorecer el avance de la Reconquista en el solar hispano que aún se hallaba en manos de los musulmanes.
    Como se puede apreciar, la escena que plasmó el artista arjonero recoge el ceremonial de la bendición papal, de acuerdo con  los ritos de la época, a los Caballeros de la Orden de Santiago, que aparecen ataviados con el hábito blanco con la insignia de la cruz encarnada en el pecho, rematada con la flor de lis en empuñadura y brazos.

Fachada principal de la iglesia de San Francisco el Grande, declarada basílica menor en 1963 por el papa Juan XXIII.
El arquitecto real, Francesco Sabatini, es el autor de la fachada principal y las dos torres laterales


Cúpula central del templo 



Vista del interior de la basílica de San Francisco el Grande, edificio, como se puede observar,  
de gran suntuosidad en cuya decoración participó el artista arjonero Manuel Ramírez Ibáñez





  (1) Los orígenes más antiguos de la actual Basílica de San Francisco el Grande
de Madrid hunden sus raíces, según la leyenda, en un convento-ermita fundado por el propio San Francisco de Asís en 1217.
    Coincidiendo con el traslado de la Corte a Madrid durante el reinado de Felipe II, (1561), el convento ganó en riqueza e importancia gracias a los beneficios reales y las generosas limosnas y donaciones de las familias madrileñas más influyentes.
    Dos siglos después, hacia 1760, los franciscanos demolerían el convento para erigir sobre su solar un nuevo templo, de estilo neoclásico, con la fisonomía que presenta en la actualidad.
    El edificio fue diseñado por fray Francisco Cabezas, quien inició las obras pero, ante las complejidades técnicas surgidas en la cúpula, las continuaría el arquitecto Antonio Plo y Camín acabándolo, 14 años después, Francesco Sabatini, autor de la fachada principal y las dos torres que lo coronan.
    Para la decoración de las capillas se contrataron a los artistas más renombrados del momento, pintores de cámara y académicos de la talla, entre otros, de Francisco Bayeu, Salvador Maella y el todavía poco conocido Francisco de Goya.
    El templo para entonces se había convertido en el preferido para la ciudad, escenario escogido para la celebración de los eventos más importantes –bodas, funerales, (en 1885, acogió los funerales de Alfonso XII), etc.-  de la realeza y la aristocracia,
    Las instalaciones del templo albergan un museo con 51 cuadros, entre otras piezas artísticas, con obras, entre otros, de artistas consagrados del barroco como Francisco Zurbarán y Alonso Cano. 

  (2) La pintura de la cúpula fue culminada por Salvador Martínez Cubells, y, como bien se puede apreciar, se halla muy deteriorada en la actualidad, por la acción corrosiva de la humedad durante años.
    En cuanto al mural del lateral derecho de la Capilla quedó huérfano de decoración alguna, pues la idea primitiva de Casado del Alisal de representar en él La batalla de Tentudía, asunto que armonizaba con el resto de las iconografías, fue obviada y en su lugar sustituida por el tema de San Juan bautizando en el Jordán, ejecutado por Juan de Contreras.

   Fuentes:
-Viajar con el Arte: La Real Basílica de san Francisco el Grande de Madrid, de Sira Gadea.
-madridiario: La gran basílica circular de Madrid.
-Wikipedia.

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