Febrero echó a andar con los ropajes de crudo invierno y se despide, haciendo honor a su prosopopeya, caminando garboso y elegante con las mejores galas primaverales.
La visita de las olas de frío siberiano y polar, que casi nos congela hasta el aliento en las primeras horas mañaneras y en las anochecidas ya cerradas; la crudeza impuesta por los rigores atmosféricos, no mancillan, empero, el guiño cálido que la actual diosa de la fortuna, la ONCE , dirige a un puñado de familias arjoneras y escañolenses, a las que reparte 580.000 euros, sin duda, para mitigar estrecheces y aliviar perentorias necesidades; la gesta solidaria de personas como Joaquín González que dona los beneficios de la Cena de San Valentín, organizada en su bar para socorrer a una familia de Pegalajar asaeteada por el padecimiento de sus dos hijos; también, cómo no, la solidaridad de instituciones como la ‘Plataforma para la Reconstrucción de San Juan’ y la 'Asamblea Local de la AECC 'que recaudan fondos, en un caso, para la iglesia de San Juan, ya preservada y cubierta de las destemplanzas, de las intemperies exteriores, y para atemperar las huellas, en otro, que el cáncer deja en quienes lo padecen y en las personas de su entorno.
Mientras tanto, Don Carnal, la fiesta profana más transgresora, toma las calles durante unos días, de la mano de chicos y grandes para llenarlas de colorido y vistosidad a raudales, de imaginación y comedida alegría, antes de que doña Cuaresma nos conduzca por sendas de recogimientos interiores, de vericuetos introspectivos.
Agónico febrero, cabalgando sobre el fantasma cierto de la feroz sequía, ya se apresta a confundirse con los días primerizos de marzo, resplandecientes y luminosos, pórtico elocuente de otra nueva primavera.
Otros aconteceres, no obstante, tuvieron como marco el mes que está a punto de morir. Para conocerlos, pincha aquí.